“Lo que me ha tocado ver en este tiempo de consultor (más de 12 años), es que la gente se siente cómoda, demasiado cómoda al esperar que le den “línea” (como se dice en el argot político) y poder actuar de alguna manera, pero en los negocios, en las organizaciones, al día de hoy, esto ha cambiado, ahora, se necesitan mujeres y hombres capaces de perfilar decisiones, capaces de “dar línea” y que la decisión sea tomada con mejores elementos, se necesita gente capaz de anticiparse mediante alternativas, gente con capacidad de autonomía, esto no implica que sea infalible, por supuesto que se puede equivocar, pero un equipo de trabajo autónomo tiene la madurez, el temple, en otras palabras el Señorío para resolver, enmendar y seguir adelante, para que esto suceda se requiere practicar hábitos de negocio correctos: analizar, priorizar, anticiparse, construir alternativas, venderlas, defenderlas, llegar a acuerdos”.>/p>