En mi experiencia, la gente, aunque no lo diga, necesita acompañamiento, (considero que todos sin excepción, necesitamos de un acompañamiento), que alguien esté a su lado, no importa si es alguien de adentro de la organización donde trabaja o de afuera, alguien que lo acompañe y le ayude a crecer bajo sus circunstancias, se le puede llamar, mentor, gurú, asesor, consejero o maestro.
Esta necesidad de acompañamiento no es exclusiva de niveles de responsabilidad limitada, como analistas, coordinadores o jefes de departamento, la he visto en niveles directivos y gerenciales, incluso en aquellos ávidos de emprender modelos de negocio innovadores o simplemente en aquellos que desean un mejor despliegue de sus capacidades.
El acompañamiento no es simplemente estar al lado de, es involucrarse con las circunstancias, los problemas, las emociones y con ello emitir una alternativa de valor para ser aplicada y lograr un desempeño superior. Al final, si consideramos que el hombre necesita del hombre para su bienestar, estaremos actuando conforme a ese principio.