¿Para qué sirve realmente la Inteligencia Emocional dentro de la empresa?

¿Para qué sirve realmente la Inteligencia Emocional dentro de la empresa?

Por: Magda Maldonado / Emotional Intelligence Expert / DACA

Mucho se ha escuchado sobre personas muy inteligentes y con grandes capacidades, pero que no logran ser exitosas en el ámbito laboral o que tienen relaciones laborales desastrosas.

Cuando entrenamos a las posiciones clave (con gran responsabilidad y gente a su cargo) e interactuamos con sus equipos de trabajo, podemos ver, en muchos casos, a la gente poco motivada y desvinculada a los proyectos prioridad para la empresa, e incluso llegan a reportar un rendimiento promedio o por debajo del mismo.

La inteligencia emocional se ha escuchado frecuentemente en las últimas décadas. Se ha hablado de su importancia en las relaciones de pareja, sus efectos en la salud y particularmente en el ámbito educativo y empresarial.

En un ambiente empresarial, donde confluye mucha gente, existe una vasta gama de emociones que, si conseguimos orientar de forma efectiva para el logro de un objetivo, generará una sinergia que impacte incluso a toda la organización; la inteligencia emocional influye profundamente, incluso la “personalidad” de la organización deja huella en las personas.

La Inteligencia Emocional es la capacidad de sentir, entender, controlar e influir en nuestras emociones y en las de otros (David Goleman), en este caso para conservar el equilibrio y fomentar el desarrollo del entorno organizacional.

La efectividad y la felicidad, tanto en el ámbito profesional, como en el personal, están dadas por la forma en que manejamos emociones y sentimientos. No se trata de evitar sentir emociones o encerrarlas en un cajón, el éxito y el bienestar radica en influir en nuestras emociones, pensamientos y acciones para dar lo mejor de nosotros y sacar lo mejor de la gente que nos rodea en el entorno empresarial.

La buena noticia es que, la inteligencia Emocional nunca termina de desarrollarse, podemos seguir aprendiendo, es cuestión de practicar y generar hábitos diferentes como detenerte por un instante, mantener la calma, reconocer cómo te sientes y después tomar una acción determinada para conducirte y a su vez manejar las emociones de otras personas para lograr un bien común.

Alcanzar un estado emocional adecuado implica un grado importante de auto-compromiso y para conseguirlo recomiendo algunas técnicas como la meditación, reservar un tiempo libre para hacer lo que más te guste y te haga feliz, invitar a la anticipación a tu día a día, aumentar y mejorar tu capacidad de escucha interna y externa, entre otras. ¿Y tú, estás desarrollado tu inteligencia emocional y la de tu equipo de trabajo?

¿Y tú, estás desarrollado tu inteligencia emocional y la de tu equipo de trabajo?

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